Úna Fingal
Suele decir que,
«En el escenario de la vida sólo es un personaje más».
Es Úna Fingal y según sus amigas nació escrita dada su naturaleza a fantasear hasta en la situación más insólita. Suele deambular metida en su mundo sin enterarse de lo que sucede en éste. Y suele tener serias dificultades para saber dónde está en realidad, si aquí o allí. No es falta de concentración, es que salta de un lado a otro sin ser consciente de ello. Esto se traduce en su narrativa donde a veces, resulta complicado distinguir esa fina línea que separa la realidad de la ficción como en los sueños. Los misterios le fascinan y las piedras le hablan. Es apasionada de lo que hace, de la vida, de los animales, de sus amigos, de su familia, de sus gatos y todos juntos forman un clan, a lo celta, porque ella es una celta fuera de su tiempo. La música, la creatividad y Úna son una sola cosa. Cuando la melancolía la vence la soledad es su único consuelo. Desde la niñez se refugia en su mundo ante situaciones incomprensibles, y es ahí donde sigue encontrando el sosiego. Cuando leas sus historias verás que ella es tus ojos y tu corazón, cuando quieras soñar ve con ella.
No tiene problemas para entenderse con lo paranormal, y adora el misterio. Rockera impenitente hasta el último aliento y amante del cine antiguo con sus historias en blanco y negro. Lectora de las que devoran, devota de Oscar Wilde, ama también a James Joyce, William Butler Yeats, Jane Austen, Hermanas Brönte, Wilkie Collins... La novela negra, y todos sus representantes. Y es muy fan del western y el terror.
Estudió fue y sigue siendo, más autodidacta que académica. Con formación en audiovisual (Realización de TV Ciclo Superior) y teatro (con profesores y métodos de vanguardia), cursa estudios de filosofía en la universidad (Uned) y estudia dos años de piano (Grado elemental. ECMM).
Empieza su trayectoria profesional en una radio, sigue en una televisión local, pero fueron el teatro, la creación escénica y la actuación los que se dedicó finalmente durante más de dos décadas.
Afirma que:
«Como en la actuación, escribir te permite vivir infinitas vidas, por eso creo que los escritores somos eternos porque proseguimos en nuestros personajes y más allá de ellos a través de nuestros lectores. Escribir es un hecho trascendente y determinante».
Vive con su esposo y sus gatos frente al mar, muy cerca de Barcelona. Es madre y es nonna orgullosa porque sus hijos y sus nietos son su orgullo y su pasión. En su tiempo libre canta, toca el piano o la guitarra, y a veces escribe canciones que guarda en cuadernos escondidos.